5. Posturas
Siéntate en una posición cómoda. Esto es muy importante a la hora de meditar, por lo que el objetivo principal es encontrar la mejor posición posible. Tradicionalmente, la meditación se ha practicado al sentarse en un cojín sobre el suelo, ya sea en la posición de loto o medio loto. De todas formas, esta posición puede ser un poco incómoda si no tienes mucha flexibilidad en las piernas, caderas y parte inferior de la espalda. El objetivo es encontrar una posición equilibrada con el tronco alto y recto.
Puedes sentarte y cruzar las piernas (o no) sobre un cojín, silla o banco de meditación. Una vez que estés sentado, la pelvis debe estar lo suficientemente inclinada hacia adelante para que la columna esté centrada sobre las dos zonas óseas de los glúteos, es decir, los huesos que sostienen tu peso al estar sentado. Para inclinar la pelvis en la posición adecuada, siéntate en el borde delantero de un cojín grueso o coloca algo de aproximadamente 8 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) de grosor debajo de las patas posteriores de una silla.
También puedes usar un banco de meditación, que generalmente está hecho con un asiento inclinado. De lo contrario, coloca algo debajo para inclinarlo hacia adelante a 1,5 a 2,5 cm (0,5 a 1 pulgada) aproximadamente.
Consejo: No te limites a estar sentado si no te sientes cómodo. Puedes meditar parado, recostado o incluso caminando; ¡lo importante es que te sientas cómodo!
Endereza la columna una vez que estés sentado. Una buena postura te permitirá meditar más cómodamente. Una vez que encuentres una posición cómoda, concéntrate en el resto de la espalda. Comenzando desde la parte más baja, procura que cada vértebra descanse sobre la otra para soportar el peso del torso, el cuello y la cabeza. Se necesita práctica para encontrar una posición que te permita relajar el torso con apenas un poco de esfuerzo para mantener el equilibrio. Cuando sientas tensión, intenta relajar la zona. Si no puedes hacerlo y conservar la posición al mismo tiempo, comprueba la alineación de la postura e intenta retomar el equilibrio del torso, para que dicha zona pueda relajarse.
El objetivo principal es que te sientas cómodo, relajado y que el torso esté equilibrado para que la columna pueda soportar el peso desde la cintura hacia arriba. La posición tradicional de las manos consiste en colocarlas sobre el regazo con las palmas hacia arriba, colocando la mano derecha arriba de la izquierda. Sin embargo, también puedes apoyarlas sobre las rodillas o relajarlas al costado del cuerpo.
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